Cada noche los ve entrar.
Vuelan a su alrededor.
Danza viscosa y demencial.
La persiguen.
Giran y giran.
Vuelan a su alrededor.
Danza viscosa y demencial.
La persiguen.
Giran y giran.
Ella eleva y curva los brazos, protegiéndose.
Se asoma a la ventana.
Hasta allí la acosan.
No puede respirar, se empina alargando el torso.
Se precipita hacia el infinito.
Los murcielagos desaparecen Se asoma a la ventana.
Hasta allí la acosan.
No puede respirar, se empina alargando el torso.
Se precipita hacia el infinito.
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