La escritora nicaragüense Gioconda Belli se convirtió ayer viernes en la primera mujer galardonada con el premio La Otra Orilla, por su libro “Crónicas de la izquierda erótica”, informó el grupo editorial Norma en Buenos Aires.
El premio, dotado con 100 mil dólares y la publicación de su novela en toda América y España, fue decidido por un jurado integrado por los escritores Santiago Roncagliolo (Perú), Mario Mendoza (Colombia) y Pere Sureda (España).
El jurado, que eligió el texto de Belli entre 615 manuscritos recibidos, valoró el “humorismo de su sátira política, la notable inventiva de la trama y la destreza de la autora para mantener la tensión narrativa. En el panorama de la novela política latinoamericana, ampliamente dominado por figuras masculinas, esta novela es una divertida e inesperada provocación”, agregó.
Gioconda Belli combatió contra la dictadura de Anastasio Somoza y tuvo que exiliarse en México y Costa Rica. Tras la caída de la dictadura y el triunfo de la revolución sandinista ocupó varios cargos partidarios e institucionales, pero terminó por abandonar su actividad política y actualmente vive entre California y Managua.
Entre sus libros figuran “Línea de Fuego” (Premio Casa de las Américas, 1978), “La Mujer Habitada” (Premio de la Fundación de Libreros, Bibliotecarios y Editores Alemanes, 1989), y “El Infinito en la Palma de la Mano” (Premio Biblioteca Breve de Seix Barral, 2008).
La Otra Orilla, fue creada en 2005 por el Grupo Editorial Norma de América Latina y la Asociación para la Promoción de las Artes con el objetivo de promover a los escritores de habla hispana y contribuir al enriquecimiento de la literatura española e hispanoamericana.
En anteriores ediciones, los premiados fueron el colombiano Marco Schwartz por “El salmo de Kaplan,” (2005); los argentinos Horacio Vázquez Rial por “El camino del Norte”, (2006); Ariel Magnus por “Un chino en bicicleta”, (2007) y Carlos Chernov por “El amante imperfecto” (2008) y el colombiano Santiago Gamboa, por “Necrópolis”, (2009).
El premio, dotado con 100 mil dólares y la publicación de su novela en toda América y España, fue decidido por un jurado integrado por los escritores Santiago Roncagliolo (Perú), Mario Mendoza (Colombia) y Pere Sureda (España).
El jurado, que eligió el texto de Belli entre 615 manuscritos recibidos, valoró el “humorismo de su sátira política, la notable inventiva de la trama y la destreza de la autora para mantener la tensión narrativa. En el panorama de la novela política latinoamericana, ampliamente dominado por figuras masculinas, esta novela es una divertida e inesperada provocación”, agregó.
Gioconda Belli combatió contra la dictadura de Anastasio Somoza y tuvo que exiliarse en México y Costa Rica. Tras la caída de la dictadura y el triunfo de la revolución sandinista ocupó varios cargos partidarios e institucionales, pero terminó por abandonar su actividad política y actualmente vive entre California y Managua.
Entre sus libros figuran “Línea de Fuego” (Premio Casa de las Américas, 1978), “La Mujer Habitada” (Premio de la Fundación de Libreros, Bibliotecarios y Editores Alemanes, 1989), y “El Infinito en la Palma de la Mano” (Premio Biblioteca Breve de Seix Barral, 2008).
La Otra Orilla, fue creada en 2005 por el Grupo Editorial Norma de América Latina y la Asociación para la Promoción de las Artes con el objetivo de promover a los escritores de habla hispana y contribuir al enriquecimiento de la literatura española e hispanoamericana.
En anteriores ediciones, los premiados fueron el colombiano Marco Schwartz por “El salmo de Kaplan,” (2005); los argentinos Horacio Vázquez Rial por “El camino del Norte”, (2006); Ariel Magnus por “Un chino en bicicleta”, (2007) y Carlos Chernov por “El amante imperfecto” (2008) y el colombiano Santiago Gamboa, por “Necrópolis”, (2009).
Amanece con pelo largo el día curvo
de las mujeres,
de las mujeres,
¡Qué poco es un solo día, hermanas,
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a
nuestras casas!
De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-
deberían pavimentar de flores para celebrarnos
(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó
las floridas avenidas postradas de pena de Londres)
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a
nuestras casas!
De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-
deberían pavimentar de flores para celebrarnos
(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó
las floridas avenidas postradas de pena de Londres)
Nosotras queremos ver y oler las flores.
Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras en vez de machos,
Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris
Y de los que nos vendaron los pies
Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos
Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras en vez de machos,
Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris
Y de los que nos vendaron los pies
Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos
y ayudáramos en la cocina
Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía
Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo máspesado
Y del que nos corrió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas
Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos
a parir a riesgo de nuestras vidas
Queremos flores del que se protege del mal pensamientoFlores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía
Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo máspesado
Y del que nos corrió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas
Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos
a parir a riesgo de nuestras vidas
obligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo
Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte
Queremos flores de los que nos quemaron por brujas
Y nos encerraron por locas
Flores del que nos pega, del que se emborracha
Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes
Queremos flores de las mujeres que intrigan y levantan
falsos testimonios.
Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras
Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo
género
Tantas flores serían necesarias
para secar los húmedos pantanos
donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;
arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,
de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.
Amanece con pelo largo el día curvo
de las mujeres.
Queremos flores hoy.
Cuánto nos corresponde.
El jardín del que nos expulsaron.
> Gioconda BELLI
> 8 de Marzo
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