Premios SADE.

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jueves, 20 de abril de 2017

PATA DE PALO

..seduce en pasión que herrumbra la contractura de su médula...”LUCIA QUIROGA


 Lucía Quiroga Federico me confió una carpeta antes de marcharse. Allí estaban las investigaciones para una biografía nunca escrita.
 Con ellas solo esbozó un texto con recursos literarios. No había podido desprenderse de su oficio de poeta. 
– Tal vez puedas comprender esta historia que sucedió hace unos cien años, fui muy puntilloso en los datos, pero me faltó percibir el interior de esa mujer desvelada, su inquietante relación entre el dolor y el placer.
 Cuando la leas quizás te sientas como ella – me dijo con voz enigmática.
 – Te escribiré contándote mis impresiones– le respondí. Dejé pasar unos días, hice un alto en la pintura del cuadro. 
Quería adentrarme en ese pasado. Sentada en uno de los sillones de la sala, abrí la carpeta y comencé a leer......


 “A principios del siglo XX, Guillermo caminaba con la cámara al hombro empeñado en buscar los mejores ángulos para fotografiar los monumentos del patrimonio arquitectónico de este país que no era el suyo. Se lo había encargado el presidente. En la Casa Azul, su mujer, descendiente de españoles y de habitantes primitivos estaba por parir el cuarto hijo de ambos. Tres niñas habían llegado, Matilde, Adriana y Magdalena. La menor era su predilecta. Y nació Cristina”.

 Di vuelta algunas hojas y seguí leyendo. “La revolución continuaba, la agitación regía todos los destinos. Los acontecimientos y la lucha hicieron florecer a las artes. Aquella niña preferida de su padre poseía una gran curiosidad intelectual y artística. De a poco aprendió a manejar la cámara, las estrategias de iluminación, a colorear fotos. Al llegar a la juventud ya era bravía, singular y apasionada. La enfermedad que sufrió en la niñez y los tratamientos posteriores transformaron su carácter. Tuvo amoríos de estudiante, pero la pasión por un artista sellaría su vida para siempre. La muerte de otro hombre, su padre, la sumiría en la depresión.

 Un terrible accidente, las operaciones como enormes puñales de plata líquida y la convalecencia fueron parte de sus dramas. Siempre vivió con una sed de infinito, armando con esmero el collage de sus obsesiones. Hacia 1928 conoce a Tina y, a través de ella, se produce su acercamiento a ese ser tan especial.”

 Interrumpo la lectura, me siento extraña, cierro los ojos y creo escuchar este diálogo: - Ayer me visitó y al mirar mis trabajos hizo un gesto de aprobación. Luego hablamos de nuestras ideologías. ¿Crees, Tina, que pueda enamorarse de mí? Me siento poco atractiva.
-Tiene fama donjuanesca, no agregues otro sufrimiento a tu vida. -Sé que soy muy joven, tiene veinte años más que yo. Inmediatamente y tal vez porque me llaman Carmen, como su segundo nombre, siento que soy ella y digo para mis adentros: En la escuela me llamaban “pata de palo” todavía escucho las burlas de mis compañeros por mi pierna deformada y ahora llevo en el cuerpo muchas operaciones. No podré darle hijos. Lo admiro cuando habla y me transmite su pasión política y artística, el amor por los colores y el deseo permanente de denuncia. Pero yo ¿seré alguien en su vida?, no lo sé pero lo intentaré, los dolores no me vencerán, saldré victoriosa y el mundo hablará de nosotros.
No me importan sus amantes, artistas y bellas. Vamos, a no desanimarse, soy capaz. Me convertiré en su mujer.

 No, no quiero recordar el accidente...quiero que el miedo huya de mi cuerpo.
 Vuelvo a hojear, me detengo en algunas frases y soy ella dialogando con su hermana Cristina. -Cristina, me has hecho mucho daño, él también, por supuesto, pero eres mi hermana, ¿cómo pudiste ser capaz de semejante traición? -Sabías a lo que te exponías casándote con ese hombre. Viajes, fama, pero mucho dolor por sus constantes infidelidades. -Yo también le fui infiel, no sólo con hombres, lo sabes. -Supe lo de León, de lo demás prefiero no hablar. -Me he separado por tu culpa, pero te perdono.
Volveremos a casarnos. Hemos acordado que cada uno vivirá su propia vida. Hay algo muy fuerte que nos une. Algo que quizás nadie puede darle como yo. Sé que todos hablan de mi narcisismo, de esa manera de mostrarme en mis obras, dicen que trabajo para crear un mito, nadie sabe lo que sufro, no quiero que me abandonen, no quiero que me rechacen. Sólo la morfina y el alcohol mitigan mi aislamiento.

Los amores y la militancia me resultan insuficientes, a veces no quiero pensar, deseo encerrarme con mis obras, no quiero mostrar mi cuerpo lacerado. Cuánto dolor y cuánta lucha de las mujeres que como yo buscan un espacio. Hay días en los que me parece que no puedo más, que en breve moriré, quiero que se conserven mis cosas, que mi rostro se perpetúe, que mis cenizas se guarden en la Casa Azul, que mi amor por Diego sea eterno. . Poco a poco tomo noción del lugar en donde me encuentro, respiro profundo.

Por un largo rato he sido Magdalena Carmen Frida Kahlo. Tomo los pinceles para continuar con mi autorretrato.

 ¡Qué extraño, me estoy pintando vestida de tehuana!..

3 comentarios:

Liliana Clarisa Gavrieluk dijo...

Querida amiga ;esto que has escrito es MARAVILLOSO !!!.
Liliana.

Lilyana dijo...

Leyéndote mi imaginación fluye imaginando a Frida en cada momento Excelente

enry dijo...

Mil gracias a las dos Lily por el comentario. me alegro que les haya gustado.
Enry

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